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MICHAEL JACKSON Y EL NUEVO DIOS

reir_jacksonLas sociedades avanzadas, los llamados países desarrollados, han sido capaces de desterrar el miedo a lo religioso. Los castigos infringidos por Dios en caso de mal comportamientto, la ausencia del su visión por cometer cierto tipo de faltas, la condena al infierno en caso de morir en pecado mortal, son palabras que nos suenan lejanas y extrañas. Gracias a la lectura de diferenetes autores hemos llegado a perder el miedo y no hacer caso de algunas voces que nos amenazaban con castigos eternos y ausencias prolongadas. Ese instrumento de control ha sido superado en la mayoría de los países desarrollados, perdiendo fuerza el mensaje y al mismo tiempo perdiendo gran parte del poder ejercido durante siglos por una jerarquía que, asentada en el miedo, tenía el control absoluto de la población.

Pero estas sociedades contemporáneas han sustituido el porder ejercido por la iglesia por el de los medios de ccomunicación, especiamente la televisión, que se ha convertido en el nuevo dios, que nos dice que es lo que debemos o no debemos hacer, como debemos pensar, que artistas venerar y a cuales despreciar. Y la masa enfervorecida y temiendo el castigo eterno se inclina mayoritariamente a no razonar absolutamente nada y seguir a pies junttillas al nuevo sacerdote, que desde el púlpito, anuncia el cercano fin del mundo y la desparición eterna de la raza humana en muy corto espacio de tiempo.

Michael Jackson es una victima del nuevo mesias, estrella desde muy joven, perdió todas las opciones de tener una vida normal y corriente, perdió su infancia porque debía dar conciertos, perdió su juventud porque ya era una estrella y no podía salir de casa sin ser asediado por miles de fans que no sabemos muy bien lo que quieren, si tocarle, compaartir su vida con él, tener un hijo suyo o simplemente gritar delante de su cara ante la sorprendidaa mirada de su ídolo. Michael perdió también su madurez, convirtiendose en un esperpento de si mismo.  Jean Braudillard decía que vivimos en una sociedad que ha sustituido el espectáculo por la hiperrealidad, el espectaculo se sustituye por lo obsceno, se convierte en una realidad que supera la propia realidad. Todas estas palabras podrían aplicarse a la vida de Michael, una realidad que supera la ficción y que termina convirtiendose en su prropia mascarada, clon de clones de si mismo, cambio generalizado, aislado de una sociedad que le reconoce a cada sitio que va y le pide que le firme, que baile o que se quite la nariz postiza si es que la tiene (porque el nuevo dios ha dicho que así es).

Hace tiempo que la televisión dejo de informar y que se dedica a otro tipo de aconteciemientos, es como dice Paul Virilio un museo del accidente, una hiperbole de la catastrofe, el eterno escandalo de lo normal y lo anormal, creador de mitos y destructor en un mismo programa, fama efimera para algunos que desean llegar a ser reconocidos en vida pero que acompañan al resto al rendir su hora como ha de suceder a todos.

El nuevo dios es un engaño, sus amenzas de caos no varían mucho de las anteriores, la aniquilación de la raza humana no está tan cercana como nos cuentan, sigamos leyendo, sigamos informandonos, perdamos el miedo al igual que hicimos anteriormeente, nos podremos dar cuenta de que ampliar conocimientos supera el escandalo diario que suele durar unos cinco minutos hasta ser sustituido por otro igual o de mayor tamaño, dejemos que lo obsceno deje de ejercer en nosotros, como decía Braudillard  una fascinacion descomunal, una fascinación patológica próxima a la psicosis.

junio 28, 2009 Posted by | Estados Unidos | , , | 6 comentarios